A fines de 2018, cuando escribí mi primer blog que detallaba los cinco pasos  que las empresas deben tener en cuenta antes de embarcarse en un  viaje de transformación digital (DT), subestimé qué tan importante era un tema candente. Ahora, después de haberlo investigado extensamente, se ha vuelto cada vez más evidente que la TD es más que solo una ‘palabra de moda’. Las empresas de todo el mundo buscan activamente formas de modernizar sus procesos comerciales y operativos e incluso han empleado a personas cuyo único propósito es gestionar la transformación completa de las organizaciones. Algunos ejemplos de esto incluyen el ‘Director de TI y Transformación Digital’, ‘Jefe de Transformación Digital’ y ‘Principal, Transformación Digital’, pero en última instancia, todas las iniciativas de transformación digital son impulsadas por el CIO (ALE, ‘El papel del CIO en una era de transformación digital: documento técnico de Swimming with the Digital Sharks’ ). 

Si bien ya elaboré los primeros dos pasos en blogs anteriores, en este exploramos cómo una vez que una organización ha identificado que necesita embarcarse en la TD (a través de auditorías  y evaluaciones comparativas)), luego debe desarrollar una estrategia de implementación que identifique las áreas, departamentos o procesos que primero deben ‘transformarse’. Si bien esto puede parecer una forma lógica de comenzar, solo hace unos años que Forrester descubrió que solo el 27% de las organizaciones tenían alguna forma de estrategia digital coherente. En otras palabras, estas organizaciones estaban tomando decisiones e inversiones muy importantes sin un plan de juego global, lo que es preocupante dado que una estrategia coherente forma la base para mejorar la experiencia de los clientes, aumentar la eficiencia de los empleados y acelerar la toma de decisiones. 

Con presupuestos claramente definidos y recursos preasignados, estrategias bien pensadas ayudan a guiar al personal con respecto a cómo se manejan durante este importante período de transición. Una estrategia puede proporcionar una estructura para progresar a través de las muchas etapas y programas necesarios para alcanzar el resultado deseado. Como primer paso hacia la creación de una estrategia de TD  (y esto está algo cubierto en mis blogs anteriores sobre auditoría y evaluación comparativa), una empresa debe llevar a cabo una evaluación sobre la ‘madurez’ digital de su organización. Una vez que esto se haya logrado, la organización estará en una mejor posición para identificar las áreas clave y las brechas donde se está quedando atrás de sus competidores o está perdiendo dinero debido a personas, procesos o tecnologías ineficientes. Con estas brechas identificadas, la organización puede planificar cómo abordarlas involucrando a todas las partes interesadas clave para tener en cuenta sus objetivos y establecer metas realistas. 

En 2018, el gasto en sistemas de tecnología heredada aumentó un 13% en los últimos cinco años. Está claro que es hora de que las empresas dejen de malgastar recursos en ‘mantener las luces encendidas’ y comiencen a enfocarse en nuevas iniciativas que conduzcan a inversiones de TI más inteligentes que puedan generar nuevas fuentes de ingresos. La alta gerencia debe hacer un esfuerzo concertado para desarrollar estrategias realistas que detallen los cambios tecnológicos o las mejoras de procesos que el negocio necesita para ofrecer experiencias digitales rentables. Además, la capacidad de una organización para contratar a los mejores y más expertos empleados tecnológicamente ayudará a facilitar la adopción generalizada de estas nuevas tecnologías y posicionará mejor a la organización para competir eficazmente en la economía en constante cambio. 

Finalmente, una estrategia de transformación digital detallada que se centre en ineficiencias tecnológicas o de proceso, así como una fuerza de trabajo de apoyo que sea ‘ágil, adaptable y comprometida con la transformación’, puede ser más importante que la tecnología en sí misma. Y contar con un socio comprometido como Alcatel-Lucent Enterprise lo ayudará a planificar ese viaje vital que puede garantizar una transformación exitosa de una empresa basada en legado a una empresa totalmente digitalizada. Tener una estrategia ya no es una opción, es una necesidad. 

 

Autor: Matteo Kotch 

Gerente de Desarrollo de Negocios de Servicios en la Nube, Alcatel-Lucent Enterprise

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